La Fiesta de San Juan

Por Ernestina Álvarez Guillén

“El pelón me pedía que lo cargara en mis piernas y me decía que lo abrazara, que lo besara, como cuando era chiquito, después ya se iba a bailar”. Esto es lo que doña Eudocia recuerda de su hijo Marcial Pablo Baranda, de 19 años de edad, uno de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de septiembre.

Ella, y todos en su familia, está convencida que hace nueve meses fueron “los militares” los que lo desaparecieron. Está segura de ello, sin importar que su hijo mayor sea soldado del ejército mexicano en algún regimiento del DF.

Este 25 de junio, la fiesta de San Juan, el patrono de Xalplatlahuac, no fue lo mismo que otros años. Hasta 2014, Marcial era uno de esos hombres que bailaban ataviados con ropa de mujer y recorrían todo el pueblo en honor a su santo.

A él le gustaba salir de torito, ponerse pelucas y máscaras y “antes de bailar me dejaba dado un abrazo a mí y a su abuelita, nos decía que lo íbamos a extrañar”, recuerda su madre. Nunca imaginaron cuánto.

Si algo le recrimina Doña Eudocia a su hijo es su necedad. Ella y Karen, la novia de Marcial, recuerdan haberle rogado para que no se fuera a Ayotzinapa, pero él les reviraba que lo hacía porque quería un mejor futuro —como lo desean todos los que dejan la Costa Chica— ganar dinero y “hacerle su casa de material” —cemento, varilla, piso firme— a su madre.

Quedarse ahí no le entusiasmaba para nada. Karen explica que al salir del Colegio de Bachilleres las opciones no son muchas. La mayoría opta por ir al campo a la siembra de jamaica o ser militar, pero “se van y dejan a sus mujeres por ahí”.

Por eso Marcial se quiso ir a Ayotzinapa, para ser maestro y tener una plaza —dice—, y ella lo esperará “para irnos al baile de la fiesta de San Juan”, bailar el corrido “luna llena”, de los Armadillos de la Sierra, y tararear la letra que dice: “No estés triste por lo que ha pasado esta noche…”

Texto perteneciente a la campaña Marchando con letra

Ilustración de Citlalin Arcos.

Tomada del portal #IlustradoresConAyotzinapa